FIESTAS DE GUARDAR (en ocasiones, bajo llave)
Es lo que más nos gusta: juntarnos un montón de gente para celebrar algo. ¿El qué? Ah, eso da igual. Nos da lo mismo celebrar un cumpleaños, la navidad, una boda, la compra de un coche nuevo… Todo es motivo de celebración si se puede organizar una comida.
Conozco a unos que son capaces de juntarse todos los años para celebrar… ¡una berrea! ¿Cómo se celebra una berrea? ¿A quién le haces los regalos? ¿al ciervo? ¿y qué se le regala a un ciervo? ¿un traje de sheriff? ¿una equipación de fútbol?
Lo que todo el mundo tiene claro es cómo celebrar la navidad. Se celebra… mucho: con tus amigos de toda la vida, con tus amigos del trabajo, con tus compañeros del trabajo, amigos y enemigos, a costa de la empresa, con tus amigos del gimnasio. Y si me apuras un poco y te queda tiempo, hasta con la familia…
Lo que más me gusta de esa celebración es “El Amigo Invisible”, que se llama así porque nadie tiene el valor suficiente para reconocer que ha hecho una mierda de regalo… La mayoría lo aprovecha para vengarse de su jefe. Y le regala una foto enmarcada de un ciervo en plena berrea. Por un lado, le estás llamando cornudo. Y por otro, te echas unas risas recordando lo bien que os lo pasasteis aquel fin de semana hartos de vino imitando la berrea del jefe en medio del campo…
AUNQUE LA MONA SE VISTA DE SEDA… (…buena sombra le cobija)
Hay algunas preguntas a las que nunca consigo encontrar respuesta: ¿por qué nos gusta tanto disfrazarnos? ¿no nos vale con hacer el ridículo de paisano que tenemos que pintarnos la cara, ponernos una peluca enorme e ir por ahí haciendo el ganso? Si ya se ha inventado la Duquesa de Alba, hombre…
Pues nada, todos los años deseando que llegue el carnaval para vestirnos de mamarracho con lo primero que pillemos a condición de que sea hortera y chillón. Cualquier día de estos Pedro Jota nos besa en los morros pensando que somos su mujer…
¿Y lo que nos gusta meternos en nuestro personaje? El que va de policía se pasa toda la noche pidiéndote los papeles… hasta que los perdéis juntos. El que va de señorita de alterne se pasa toda la noche poniéndote la pierna encima para que no levantes cabeza. Y el que va con su bata blanca de ginecólogo…, ese es el que más bofetadas se lleva en toda la noche…
Luego enseñas las fotos a los amigos y, claro, el cachondeo está asegurado…
“Qué bueno, tío. Vais disfrazados de novios horteras… ¡Qué horror de trajes!”
“No, este es el álbum de mi boda…”
DE FERIA EN FERIA (y tiro porque me toca… un perrito piloto)
A la Feria podemos ir andando, podemos ir en autobús o en coche de caballos. También podemos ir en moto o en taxi. Lo que no está tan claro es cómo volvemos a casa. Casi nadie se acuerda…
A la Feria se puede ir a comer y a beber, a bailar y a beber, a ver gente y a beber, a montarte en los cacharritos y a beber… También se puede ir sólo a beber, pero no está bien visto…
A la Feria se puede ir un día o varios. Hay quien aprovecha el fin de semana para irse a la playa a descansar… Hay quien va en días alternos para poder aguantar en condiciones… Y hay quien sólo va el primer día al alumbrao… y ya se queda allí toda la semana…
Lo mejor de la Feria es que es como la tele local: cada pueblo tiene una. Y si te organizas bien, puedes estar de cachondeo sin parar desde primeros de abril hasta últimos de octubre. Claro, siempre que te aguante… el caballo.
5 comentarios:
Me entusiasma estas serie de pinceladas sobre las "personas humanas"... Unas más humanas que otras. :P
Espero con impaciencia el próximo post :)
Enhorabuena.
Me alegro, Mesalina. Buenas noticias: todavía te queda un nuevo capítulo mañana ;-)
Pues será por celebrar....celebremos su nuevo post...
Unos tercios???
Creo que cuando Jesús nació, había feria en el rio, ... luego los peces hicieron de testigos y de ahí lo fantástico de la "navidas"... y la tradición de juntarse para beber por todo.
Merce, por supuesto: unos tercios, siempre, aunque no haya nada que celebrar ;-)
Uno, me gusta tu interpretación de la historia! ;-)
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