No me llega la camisa al cuerpo… Está mal que esto lo diga yo, que soy un traje, pero es que es verdad… Es una frase hecha, lo sé… Pero yo también soy un traje hecho. Hecho a medida, claro, que todavía hay clases y ni se te ocurra compararme con uno de esos trapos con hombreras que venden en las tiendas de Zara a Cien o como se diga…
Yo nací en Milano, que es la forma distinguida de decir Milán que usamos los que tenemos las hechuras bien puestas. El destino me tenía preparados grandes fastos, multitudinarias inauguraciones, agasajadoras recepciones… Estaba llamado a ser testigo de excepción y he acabado siendo prueba del delito. Nací bajo la protección de la prestigiosa marca Orange Market y he acabado como Naranjito, siendo el hazmerreír de moros y cristianos.
Nunca me faltaron las palmaditas en la espalda, los apretones en el brazo mientras estrechaban la mano que cubría mi manga, las caricias en mis solapas tratando de apartar una mota inexistente. Mi esencia estaba envuelta en tela de cachemir y ahora está en tela de juicio. Iba a ser el sayo que cubre a un príncipe nubio y he acabado siendo el sudario que envuelve a un jugador de golf adicto a los rayos uva.
No me arrugaba ante ninguna situación... Como tiene que ser... ¡Con dos botones!... A mí, que no me cabía ni el pelo de una gamba por el ojal… A mí, que me habían etiquetado como el summun de la elegancia…Yo, que me pasaba por el forro interior cualquier comentario hacia mi dueño que no fuera laudatorio… Yo, que marcaba tendencias, querencias e influencias…
A pesar de todo, tengo que dar gracias al cielo, o al techo del vestidor, que viene a ser lo mismo. Y tengo que dar gracias porque el padre que me creó fue un gran sastre. De él aprendí a realizar con arte y precisión el socorrido recurso del “corte de mangas”…
Y así, con esta habilidad, pues ya ves, aún estoy vivo…
Yo nací en Milano, que es la forma distinguida de decir Milán que usamos los que tenemos las hechuras bien puestas. El destino me tenía preparados grandes fastos, multitudinarias inauguraciones, agasajadoras recepciones… Estaba llamado a ser testigo de excepción y he acabado siendo prueba del delito. Nací bajo la protección de la prestigiosa marca Orange Market y he acabado como Naranjito, siendo el hazmerreír de moros y cristianos.
Nunca me faltaron las palmaditas en la espalda, los apretones en el brazo mientras estrechaban la mano que cubría mi manga, las caricias en mis solapas tratando de apartar una mota inexistente. Mi esencia estaba envuelta en tela de cachemir y ahora está en tela de juicio. Iba a ser el sayo que cubre a un príncipe nubio y he acabado siendo el sudario que envuelve a un jugador de golf adicto a los rayos uva.
No me arrugaba ante ninguna situación... Como tiene que ser... ¡Con dos botones!... A mí, que no me cabía ni el pelo de una gamba por el ojal… A mí, que me habían etiquetado como el summun de la elegancia…Yo, que me pasaba por el forro interior cualquier comentario hacia mi dueño que no fuera laudatorio… Yo, que marcaba tendencias, querencias e influencias…
A pesar de todo, tengo que dar gracias al cielo, o al techo del vestidor, que viene a ser lo mismo. Y tengo que dar gracias porque el padre que me creó fue un gran sastre. De él aprendí a realizar con arte y precisión el socorrido recurso del “corte de mangas”…
Y así, con esta habilidad, pues ya ves, aún estoy vivo…
7 comentarios:
Con dos bemoles este trajecito, ya lo creo! Lo mismo vende la exclusiva a alguna publicación del cuore y se forra (un poco más, por si las entretelas se le hubieren desgarrado....)!
También debe de tener la conciencia bien tranquila porque como sus dueño dice:"Nada, no ha pasado nada, nada de nada!"
Lo malo, eso, que ahora se ve como se ve!
La vida, dura que es ella!
"Oh Dios, qué buen vasallo si tuviese buen Señor! " :-)
Creo que si es un traje de rayas aun lo podrá usar su dueño en la que ,me temo, será su próxima residencia oficial.
En esta ocasión, Más Claro, te has pasado de bueno, en genialidad y originalidad.
Camps lo resume todo en un exculpatorio "Hoy no traje traje", y maricón el último...
:-)
muy buena la autobiografía
Edurne, la vida, es verdad, es muy dura. Casi tanto como la cara de algunos... ;-)
Uno, un traje de rayas horizontales es lo que se lleva en esos ambientes, por supuesto ;-) ¡Y muchas gracias!
Food, es un trajín esto de los trajes, sí :-D
Ahora debes escribir la biografía no autorizada de los huevos del señor Trillo. Tragedia donde las haya.
Carpe Diem
Cosecha, los huevos de Trillo mandan mucho; saldría un monólogo autoritario :-)
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