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08 febrero 2019

#BEERNES 98 – NO QUIERO IR


6:49 h.: Hace mucho frío y no me han dejado ponerme ni siquiera un chal por encima del vestido. Camino descalza hacia la plaza escoltada por dos agentes. La gente se aparta a nuestro paso.

6:49 h.: La plaza está llena de gente. Gritan consignas, pero no entiendo su idioma. Es como si todos fueran extranjeros. Los agentes se abren paso entre la multitud, me protegen de algunos que quieren golpearme. No entiendo por qué. Poco a poco, nos vamos acercando al centro de la plaza.

6:49 h.: Me obligan a subir por unas escaleras de madera. Arriba me espera mi verdugo. A mi espalda, sube también un cura que me pregunta si quiero confesarme. Le digo que no, que me deje en paz. El verdugo me sonríe, me recuerda a alguien pero no sé a quién. Me toma del brazo y me acerca hasta la guillotina.

6:49 h.: Un hombre enchaquetado y con una banda de tela brillante que le cruza el cuerpo desde el hombro hasta la cintura saca unos papeles del bolsillo y se dispone a leerlos. También habla un idioma extranjero.

6:49 h.: Tras cinco minutos de discurso, calla, levanta los brazos y el gentío lo aclama. El verdugo me indica que me arrodille y que coloque la cabeza entre las dos maderas. Las ajusta, cierra el candado y pide permiso con la mirada al hombre enchaquetado. Cuando éste asiente, acciona el mecanismo y la cuchilla cae sobre mi cuello. 

6:50 h.: Me despierto con el brazo desnudo de mi novio sobre mi cuello. Recuerdo que dentro de hora y media tengo una entrevista de trabajo. Y no quiero ir. 

05 mayo 2017

#BEERNES 31 - ZONAS VERDES


Por alguna razón que desconozco, tengo en la nariz el olor del perfume de la vecina del cuarto derecha desde esta mañana, cuando coincidimos en el ascensor. Es una mezcla de naranjas y hierba recién cortada. Al menos, es lo que me parece.

Me acuesto y tengo un sueño extraño: mi vecina cuida el césped del ascensor cortando las hierbas más altas con una pequeña tijera de manicura. Cuando voy a subir, se hace a un lado y me dice “Qué bien huele, ¿verdad? Ahora quiero plantar un naranjo…”

A la mañana siguiente, coincido de nuevo con ella en el ascensor. No huele a nada. Me dice: “¿No te parece que este ascensor está ya un poco viejo y que necesitaría una reforma?”… Y no se me ocurre otra cosa que contestarle: “¿No tendrás por ahí unas tijeritas para arreglarme una uña rota que me está molestando un montón?”.

Rebusca en su bolso y saca las mismas tijeras de manicura que vi en mi sueño. Disimuladamente me las llevo hasta la nariz y sí, huelen a hierba recién cortada.

19 junio 2015

Microrrelato Express #199


Cada día, mi hermano gemelo se acerca a mi cama, me da las buenas noches y se lamenta de que solo yo sobreviviera al parto.


08 septiembre 2014

Yo lo he visto (52)


Tras toda una tarde de tienda en tienda probándome ropa para la nueva temporada, por la noche caí rendido sobre la cama.

Soñé que me convertía en un maniquí condenado a que me pusieran y quitaran ropa continuamente, sin siquiera poder opinar sobre si me gustaba o no lo que pretendían que luciera.


Cuando desperté, lo primero que vi fueron unos carteles en los que rezaba “Todo al 50%” en grandes letras rojas… Y al revés.

02 junio 2014

Yo lo he visto… (38)


Fue una velada muy agradable. Después de la cena, ella me invitó a su casa. Yo acepté…

Discretas, nuestras sombras se quedaron en aquella terraza charlando un rato más…


26 noviembre 2012

La madre que parió a Eurípides...



La noche del viernes al sábado soñé que, a cada hora en punto, una voz me despertaba al grito de “¡Eurípides!”…

Ya por la mañana, muerto de sueño, me puse en plan freudiano a averiguar qué cuentas pendientes podría yo tener con el fulano ese griego para no haber pegado ojo en toda la noche. Y consulté la Wikipedia, que es el cuñado de las enciclopedias: sabe de todo pero mal. Y esto es lo que descubrí sobre el tal Eurípides de los coj…:

Nació en Salamina en el año 480 a.C.
O sea, que era paisano de los soldados de Javier Cercas…

Su madre se llamaba Klitonis y su padre Mnesarco
Ante la imposibilidad de pronunciar semejantes nombres, fue él quien inventó lo de “papá” y “mamá”.

Durante su infancia tuvo lugar la Segunda Guerra Médica
Enfrentando esta vez a los médicos clásicos, que defendían la túnica, frente a los modernos, que reivindicaban la bata blanca.

Fue copero de un grupo de danzantes
Es lo que en la actualidad se conoce como “tuno”: irte de copas con un grupo de amigos que canta y baila sin vergüenza alguna.

En 456 a.C. cumplió dos años de servicio militar
Ya entonces despuntaba como genio: colar dos años de mili en uno no está al alcance de cualquiera…

Odiaba la política y era amante del estudio
Todo lo contrario que el actual ministro de Educación, José Ignacio Wert…

Tuvo dos esposas y fue amigo de Sócrates
Mucho me temo que le regaló la cicuta a la persona equivocada…

Suya es la frase: “Donde no hay vino no hay amor”
Ahí estaba el quid de la cuestión de mi sueño. Mi inconsciente me estaba pidiendo a gritos que desayunara con vino… Y así lo hice, faltaría más. Brindando por Freud, por Eurípides y por la madre que les parió, que no fue la misma, claro está…

¡Salud!

01 febrero 2012

Una fábula sin final feliz



En su sueño, dos inspectores de Hacienda, rifles en mano, vigilaban que no se distrajera de su tarea: construir una enorme rotonda y colocar en su centro una desproporcionada escultura que representaba a un dinosaurio con las fauces abiertas y gesto de tener hambre, mucha hambre.

Con un martillo golpeaba los gruesos clavos que fijarían la escultura al suelo. Y fueron precisamente esos golpes los que le despertaron. Sudoroso, se dirigió a la cocina a beber agua. En su cabeza seguían retumbando los golpes. ¿En su cabeza?...

Se asomó al balcón y, abajo, en la esquina de la calle, dos operarios, martillos en mano, colocaban un cartel en la pared a media altura: “Calle de Don Manuel Fraga Iribarne”.

Recordó a Monterroso.