17 septiembre 2009

GRANDES MICROBIOGRAFÍAS: Leonardo DiCaprio


Nunca pudo superar la visión del Titanic hundiéndose y toda aquella gente encerrada en aquel camarote. Todavía hoy se despierta gritando “¡Y dos huevos duros!”

9 comentarios:

ana dijo...

Ya quisiera!!

José Luis Castro Lombilla dijo...

Muy bien traído, guapetón (por algo se llama este mozo Leonardo, como Chico).¡Enhorabuena por tu reentré... rentré... reentreé o como diablos se diga eso de la vuelta al trabajo en plan cursi!
Besos
(Y dos...)

Más claro, agua dijo...

Ana, eres mala... ;-)

Lombilla, ¿reentré? ¿rentré? Se llame como se llame es una putada. Más besos (y otros dos ;-)

Food and Drugs dijo...

Nunca he visto Titanic entera. Es superior a mis fuerzas
:-)

Más claro, agua dijo...

Food, ¿para qué verla hasta el final si ya te lo sabes?... ;-)

Pharpe dijo...

Haber si nos centramos en lo que es el hundimiento única y exclusivamente, Titanic es un peliculón, si te centras en lo otro pues está bien, pero a mí las historias tan románticas las soportó, pero no son mis favoritas. Saludos

Más claro, agua dijo...

Pharpe, a mí que me registren. Es la vida de Leonardo y así se la hemos contado. Las reclamaciones, a Hollywood, si acaso... ;-)

Uno dijo...

Pues no te digo nada como mira a la que no le hizo sitio en la tabla. Áun recuerda que estuvo 2 días en su casa con la calefacción a tope para que le volviese a su tamaño natural :-)

Más claro, agua dijo...

Uno, esos deben ser los daños colaterales de un naufragio, ¿no?... ;-)