Para Montero Glez, maestro y amigo
Tras ser despedido, cambió su ocupación de portero de discoteca por la de portero de fútbol. Durante su primera temporada, el equipo perdió todos los partidos salvo el que disputaron contra el Real Madrid. Y es que en su área no dejaba entrar ni a un solo jugador con calcetines blancos.
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11 comentarios:
Relato corto pero muy buenísimo.Ya veremos cuantos goles mete España,tu de momento nos has metido uno con este relato.La loli.
Calcetines blancos?
Qué mal gusto!!
Fantástico, Eduardo. Y muy apropiado para estas fechas :-D
Y eso que seguramente los conocería bien de su antiguo trabajo.. :)
Buenísimo. Besines!
¿Seguro que no era tu cuñado?
Salu2.
Gracias.
M. Glez
el otro dia le vi en la tele ......enseñando su casa.....y flipaba por colores....lo que sintio cuando le hicieron un homenaje.......
cosas normales en un futbolista......
Eduardo, ponte al día. Ahora este tío ya no es amigo, ahora es enemigo.
Se nos cruzarán en octavos y nos pondrán de vuelta a casa humillados.
Y yo almuerzo todos los días en un restaurante infestado de portugueses.
Loli, al ser un mivrorrelato esto es más fútbol-sala, ¿no? :-)
Merce, ¡lo peor! :-)
Santos, lo dices por las discotecas, ¿no? :-)
Ana, íntimos, seguro ;-) Besines!
Dyhego, mi cuñado sería incapaz de quedarse toda la noche en la puerta de la discoteca... ;-)
M.Glez, a ti, maestro ;-)
Mari Luz, "normales" y "futbolista" ¿en la misma frase?... ;-)
Food, amigo o enemigo, con calcetines blancos: un hortera ;-)
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