Ayer supimos, gracias a un diario digital, que la Fiscalía Anticorrupción avisó a la Casa del Rey con varias horas de antelación del registro policial que tenía pensado llevar a cabo a Iñaki Urdangarín.
Como esos registros suelen grabarlos en video, imaginamos que la llamada se produciría para darles tiempo a los urdangarines a que se maquearan en condiciones, como si de una portada del “¡Hola!” o una felicitación navideña se tratara.
Sea como fuere, y nos pongamos como nos pongamos, la cosa suena a chiste. Se supone que si haces un registro es para tratar de encontrar pruebas incriminatorias. Si avisas antes, ¿no están poniendo en bandeja que dichas pruebas se vayan por la taza del váter antes de que tú llames al portero automático anunciando tu llegada?...
¡Ay, si Gila levantara el teléfono!...
“¿Está el Rey?... Que se ponga… No, nada importante. Que vamos a mandar a unos agentes a poner patas arriba la casa de su yerno, para que lo sepa… No, no somos de Ikea, la República-independiente-de-tu-casa es para los pobres…
Que digo que al final vamos a ir tres, igual cuatro, es que uno es de la Secreta y es muy misterioso, nunca se sabe qué va a hacer…
No, no tenemos gustos especiales, comemos de todo… Lo único, que no nos pongan a comer en la mesa de los niños, por aquello del respeto entre instituciones y tal, ya sabe…
Por lo demás, no se alarmen, que la cosa no tiene mayor enjundia… Que hemos recibido un soplo sobre que Urdangarín vive a cuerpo de rey… Y no nos lo creemos, la verdad… A ver quién va a querer vivir con un cuerpo como el de Su Majestad, que está continuamente rompiéndose huesos y cosas y pasando por el quirófano día sí día no… Al final, será el típico caso de envidia cochina, ya verán…
Nada, nada, a mandar... Tengan ustedes buen día… Sí, no se preocupen, que después de los postres nos marchamos, que la siesta en esa casa es sagrada, lo sabemos… Adiós, adiós… Sí, claro, y viva España, faltaría más…”
