16 marzo 2009

Microrrelato Express # 26

El precio de las perdices era prohibitivo. Se fue del mercado con la duda de si serían igual de felices tirando de congelador…

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23 comentarios:

Edurne dijo...

Felices, felices... no sé, pero bueno, si las descongela bien "descongelás", lo mismo surte efecto y son felices comiendo perdices (que total, si no lo dice, ni se enteran de que eran congeladas) y el final redondo y colorín colorado, se cumple!

Anabel dijo...

¿alguien tiene en su congelador perdices???ahora sí que me he quedado muerta!

LOLA GRACIA dijo...

Genial
Un beso!!!

Maya dijo...

Nadie tiene que comer perdiz para ser feliz. Es un libelo, un camelo y otro que acabe por elo.
Se puede ser feliz tirando de congelador y/o preparando una lasaña de seitán y tofu con tomate.
Te lo digo yo(no por feliz, sino por pobre y vegetariana)
;)


Besos!

Anónimo dijo...

Bueno, yo creo que las perdices, una vez ya cazadas, como que les da lo mismo....

Merce dijo...

ishhhhh... pájaros...

moderrunner dijo...

Mucha hambre no tendrás, lo digo por el pajarito :-(

Luna Roi dijo...

Cada vez que abro el congelador, primero el ruido como de aleteo, luego abrir rápido la ventana y verlas perderse en el horizonte. Siempre lo mismo. Otro sábado sin almuerzo y la cocina llena de plumas...

Anónimo dijo...

seguro que sí, incluso con sólo tener pan y cebolla en el congelador...

Más claro, agua dijo...

Edurne, es verdad: con un buen aliño, hasta lo congelado parece fresco :-)

Anabel, ¿muerta o congelada? :-)

Lola, muchas gracias. Otro para ti ;-)

Más claro, agua dijo...

Maya, ¡yo esa lasaña quiero probarla ya! :-)

Cosecha, efectivamente, su opinión no es vinculante :-)

Merce, no veas cómo mejoran con arroz :-)

Más claro, agua dijo...

Moderrunner, además de la calidad, también cuenta la cantidad... ;-)

Bellaluna, no es negocio, no... ;-)

I.blondie, me encanta tu vena romántica :-)

ESTEl dijo...

Bueno, el secreto no está en comerse las perdices, como bien dice Maya. Yo utilizo otra estrategia y es que las guardo en mi frigorífico a modo de recordatorio, debo acordarme de lo superfeliz que soy a diario. Por lo tanto nunca nunca hay que comérselas antes prefiero que se pudran

Landahlauts dijo...

jajajaja
Nadie dijo que la felicidad fuera barata...

Más claro, agua dijo...

Estei, no es mal método, no ;-)

Landa, el Cortinglés sí que lo dice, pero también en eso mienten... :-)

Food and Drugs dijo...

Un buen "pico" de perdiz no se si será la felicidad, pero si al menos mucho más euforizante que que roerle un ala al bicho.
;-)

Más claro, agua dijo...

Food, más vale pico en mano que ala volando... ;-)

Uno dijo...

Lo malo de recurrir a la variante congelada es que la felicidad tarda mucho más en llegar y cuando llega en realidad es poca cosa.

Uno dijo...

Joer, la palabra de verificación que me salió antes tenía tela: fredness.
En catalán "fred" es frio, que si lo unimos al sufijo inglés "ness" quedaría algo así frialdad... o congelación :-)

Anónimo dijo...

Yo creo que la perdiz congelada no hace igual de feliz que la fresca, pero, con la crisis ya se sabe, habrá que tragar y ser menos feliz.

Domin dijo...

Esta claro que para ser feliz hay que poner un congelador en tu vida

Más claro, agua dijo...

Uno, ya ves, hasta las palabras de verificación van acordes con los comentarios ;-)

Más claro, agua dijo...

Oyana, con crisis o sin ella, como decía el poeta: "por encima de todo, ser feliz" ;-)

Domin, como dirían Los Trogloditas: "Yo para ser feliz quiero un congelador" ;-)