14 mayo 2010
Feria del Libro de Sevilla. La crónica (1ª parte)
Cuenta la leyenda que si en Sevilla pronuncias de manera seguida las palabras “Feria” y “casetas”, al momento te ves rodeado de una pléyade de mujeres con traje de gitana, de hombres a caballo y de camareros que te ofrecen rebujito, una infernal bebida consistente en arruinar la manzanilla de Sanlúcar con Seven-up y mucho hielo.
Pero no es cierto. Salvo en el mes de abril, si en Sevilla pronuncias de manera seguida las palabras “Feria” y “casetas” también es posible que te veas rodeado de novedades editoriales y de escritores con ganas de firmarte la suya. Eso sí, de lo que no te librarás es de los rebujitos, que también existen en el mundo de la edición y cuyo máximo exponente, me temo que todavía por muchos años, es Ana Rosa Quintana.
Un año más, el centro de Sevilla se convierte en un Parnaso de andar por casa con profusión de banderolas, concejales y guiris queriendo comprar cerámica de La Cartuja (y es que a escasos doscientos metros se celebra también una feria de artesanía).
Las firmas
Si por algo se caracteriza una Feria del Libro, además de porque siempre hay algún día que llueve (da igual que la organices en Madrid, en Sevilla o en el Sahara: al menos un día, llueve), es por las firmas de los autores. Estos días me he estado fijando y, sólo con ver la cola de gente, ya puedo saber quién está firmando en una caseta determinada:
Si percibes un cierto olor a alcanfor y compruebas que los componentes de la cola pueden haber sido testigos presenciales de la Guerra Civil, en esa caseta están firmando “escribidores” locales como José María de Mena o Nicolás Salas, los cuales cuentan en su curriculum con tal profusión de publicaciones subvencionadas que ya no les queda loseta de acera de Sevilla por glosar ni virgen macarena a la que piropear.
En cambio, si los componentes de la cola pudieran encajar en cualquier grupo de esos de “Señoras que…” que circulan por el Facebook, entonces quien está firmando es Arturo Pérez Reverte, un autor al que no leerán jamás, porque “El asedio” es un tocho muy gordo y tiene la letra pequeña, pero a quien se quieren acercar para decirle lo guapo que está.
Por otro lado, si la cola la forman adolescentes con la visera mal colocada y los pantalones caídos (ellos) y los pantalones mal colocados y la visera caída (ellas), entonces es que no está firmando nadie, pero en esa caseta dan gratis pegatinas de los personajes de las crónicas vampíricas esas. Son gente a quien preguntas si conocen a Miguel Hernández (poeta homenajeado en esta edición de la Feria) y te contestan: “Personalmente no le conozco, pero algo he oído…” Y no es coña, que está grabado.
En cambio, si no hay cola y sólo va acercándose un goteo de gente a la caseta, seguro que están firmando Andrés Neuman, Juan Eslava Galán, Andrés Pérez Domínguez o Ángeles Caso, autores con los que puedes aprovechar un rato para charlar tranquilamente y descubrir que gozan de una mayor variedad de gestos que el que suelen impostar en las fotografías de las solapas de sus libros.
Por último, si no hay cola y ni siquiera se produce ese goteo de gente, entonces no te quepa la menor duda de que te encuentras delante de la caseta del Parlamento de Andalucía o de alguna de las varias consejerías del gobierno autonómico que ofrecen sus publicaciones, editadas con el dinero de todos, a precios que no puede pagar casi nadie.
(Continuará…)
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10 comentarios:
hombre hoy me estreno...........la primera........
yo a la ultima firma de libros que fui fue a la de oscar terol.........que tuvimos charlita antes y luego la cola de marujas que todas querian la firma de oscar.......
fue muy divertido.........y me conocio.......tengo un buen recuerdo........aunque pase mucha verguenza......
cosas del directo.........
¡Pues yo acabo de leerme un libro de 903 páginas de letra pequeña!
Salu2.
Uno de esos tochos de letra pequeña intitulado "Subida al Everest sin escafandra" fue record de ventas el año pasado(de ventas de aspirinas).
Muy buena tu disección de la fauna escribidora y sus ecosistemas.
;-)
Mañana cuando hagas la segunda parte ya hablaremos,es que no te puedo comentar sin dejar que hable la otra parte contratante de la segunda parte. Espero la crónica con frenesí y mientras me tomaré una cruzcampo fresquita.A tu salud. La loli.
Un interesante publireportaje XD coincido contigo...yo aun no e leido nada de reverter...y me regalaron dos libros pero...no se...es demasiado mediático. Saúdos meu
Mari Luz, el directo es lo que tiene... Pero, a este paso, el próximo libro lo firmais a medias Oscar y tú... ;-)
Dyhego, te hemos pillado. Lo que dices es mentira... No existen los libros con páginas impares... ;-)))
Food, mucho más divertido sería "Subir al Everest sin muda limpia mientras tu madre te grita desde el campamento base que eres un guarro incorregible"... :-)
Loli, mañana tendrás tu esperada segunda parte. Me has dado envidia, me voy a por una cervecita yo también ;-)
An, yo de Reverte soy adicto a sus columnas en los suplementos dominicales ;-)
No me equivoqué:
La novela acaba en la página 903, que es folio recto. El folio verso sería la página 904. Y para ser exactos, la novela empieza en la página 13, y luego hay que restarle las páginas del título de los capítulos y la página verso que está en blanco.
Jejejejejejeje.
Salu2, MÁSCLAROAGUA.
Dyhego, ahora sí que nos cuadran las cuentas... :-)))
muy bueno, igualito que en la de Madrid...salvo algunas diferencias como la que la suele inaugurar Gallardón y Espe, juntos pero no revueltos, y suelen apuntarse algunos miembros y "miembras" de la familia real
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